jueves, 9 de diciembre de 2010

(visita a Toledo 2)

visitaemptyaemptytoledo (2)

Pero nuestra aventura no finaliza aquí, ¡hay mucho más!
Nunca había visto cosa igual respecto al ambiente. Multitud de gente de diversos países (chinos, franceses, ingleses...) disfrutando del llamado "tapeo" del que yo no había tenido constancia hasta ayer. Los precios solían ser inasequibles pero no quería irme sin disfrutar de ello. Me volví muy cabezota hasta el punto de que hice recorrer el casco antiguo de Toledo infinitas veces a Rubén y a Nicoleta para hallar un bar de tapeo a un coste que no resquebrajara mi bolsillo. Y finalmente entramos en un bar muy pintoresco escondido en una de las calles toledanas. Rubén que tiene cierta práctica en el terreno pidió a la señorita que nos atendió en la barra unas "cañas" de un tipo específico de cerveza muy especial que solo conoce él, pero que estaba muy rica. Me quedé asombrada cuando sin pedirlo, nos pusieron diversas tapas, patatas, bocadillos de lomo con tomate...yo estaba ensimismada. Rubén dijo que había que dejar una propina por el buen servicio que nos había dado la señorita, así que después de dejar una propina continuamos con nuestro trayecto.

Tras el tapeo fuimos en busca de un sitio para comer pero los precios no habían descendido en esa hora y media transcurrida, así que Rubén y Nicoleta compraron unos bocadillos y compartieron el botín y yo me comí el bocata que había hecho en casa, ya que, iba tan cargada de comida, que parecía que marchaba de picnic.

Al final de la tarde, bajamos a la estación de autobuses y tomamos el bus Toledo-Madrid directo, una vez, en el barrio Nicoleta y yo dejamos a Rubén en su casa y anduvimos hasta llegar a nuestro pisito de la calle Sahara para contarle a Javier mil maravillas de Toledo, una de las ciudades posiblemente más hermosas del mundo.

¿Sabéis de algún lugar al que se pueda acudir de tapeo a un precio módico en Madrid? Me ha encantado ese ambiente, tomar algo, charlar, salir...

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