











Pero esta vez era diferente. Son diecinueve años de convivencia y les conozco. Algo grave ocurría y pretendían mantenerlo oculto a mis ojos. Al percatar algo extraño, empecé a formular infinitas preguntas desesperadamente hasta que cuando hice una cuestión sobre mi tía Hashiba se volvieron rígidos y sus caras temblaron. Definitivamente, algo le pasaba a mi tía. Entonces me puse nerviosa y tal vez algo agresiva, necesitaba averiguar qué sucedía. Finalmente, me contaron que está bastante enferma a causa de lombrices intestinales provocadas por una mala digestión o por la ausencia de una dieta equilibrada ( en Siria es frecuente la mala alimentación o su ausencia y por consiguiente, estos trastornos también). Y como ya cité antaño, en Damasco no existe ningún sistema público de sanidad, mucha gente muere allí de enfermedades que se pueden tratar aquí sin reparo, es decir, que mi tía se ve en la obligación de pagar uan cifra considerable de dinero de la que no dispone, ha pedido ayuda a mis padres y se la han denegado, ya que, ellos emplean todos sus ahorros en costear mis estudios españoles. Definitivamente, solicitó un préstamo a mi otra tía y de momento parece que va a poder recibir un buen tratamiento y va a sanar a pesar de su avanzada edad. Sin embargo, esto hace pensar... ¿Y si ocurre una emergencia? ¿Y si alguien padece una enfermedad de notable gravedad como un cáncer? Yo puedo recibir en España una atención sanitaria excelente pero... ¿Y mis padres?
En la tele han mostrado un anuncio en el que apadrinar a un niño del tercer mundo ayuda a resolver muchos de sus enigmas de supervivencia diarios. ¿Qué es apadrinar a un niño? ¿Cómo lo hago? ¿Qué requisitos tiene? ¿Cuánto dinero hay que dar y en qué plazos? Si pudiera permitirmelo económicamente, no lo descartaría bajo ninguna circunstancia....
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